La calidad de vida de cualquier
paciente pediátrico depende de cuatro aspectos: la familia y su relación con
ella, la escuela, los amigos y los juegos. En especial, cuando se trata de
un niño con cáncer deben cuidarse todos
los puntos para hacer más llevadera la situación en la que se encuentran.
Anteriormente compartí las
reacciones emocionales en las distintas fases, por ello, quiero aclarar que el
abordaje debe ser integral y tomar en cuenta los aspectos físicos,
psicológicos, emocionales y sociales de los pacientes y sus familias, así como
contar con un equipo multidisciplinar que integre a todos los profesionales
involucrados. Desde el médico y la enfermera, hasta el voluntario, auxiliar y
quien se encarga de la limpieza, cada persona es clave para una mejor
recuperación.
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