Esta pregunta
es de las más recurrentes de los pequeños cuando experimentan un tratamiento
contra el cáncer, no sólo se refieren al dolor físico sino que esta pregunta
expresa su deseo de sentirse mejor emocionalmente, a no tener miedo, ansiedad o
tristeza, ¿qué podemos contestarles? ¿qué podemos hacer para que un pequeño se
sienta mejor?
Si está
nervioso, distráelo, anímalo a hacer cosas que le gusten: escuchar música,
leer, jugar, hablar con sus amigos, ver la televisión o sus películas
favoritas. Realizar actividades que le diviertan ayudará a disipar los nervios
de las pruebas.
Algunos niños,
en especial en la adolescencia, evitan llorar cuando están tristes, pues creen
que es cosa de niños chiquitos y que ellos ya son mayores, sin embargo, llorar
los ayudará a liberar esa tristeza y sacar todos los sentimientos encontrados
por esta experiencia tan fuerte.
También hay días donde están muy contentos y
deben aprovechar esa alegría para contagiar a sus familiares, médicos, enfermeras,
otros pacientes y a los voluntarios. En estos momentos se recomienda que
escriban cómo se sienten o hagan una foto divertida para que acudan a ella en
los momentos difíciles.
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