Me parece
importante destacar que es diferente el impacto que tiene el cáncer en un niño
que en un adulto, por lo tanto, el diagnóstico, tratamiento y atención es
diferente. Por ejemplo, mientras que el cáncer en la adultez se debe
principalmente a la exposición a agentes como tabaco, dieta, sol, agentes
químicos y diversas condiciones de vida; la mayoría de los tipos de cáncer
pediátricos tienen orígenes desconocidos, además deben ser diagnosticados con
precisión y tratados por equipos de especialistas en oncología pediátrica.
Los tipos de
cáncer más frecuentes en niños y jóvenes son: leucemia, tumores de sistema
nervioso, de hueso, del sistema linfático y de hígado.
Otra
diferencia a destacar es que el cáncer infantil tiene, en la mayor parte de los
casos, un mejor pronóstico que el de adultos, el problema es la falta de
centros especializados para jóvenes y niños con cáncer en México.
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