Una vez que se
diagnostica el cáncer y se define el tratamiento, la rutina familiar cambia por
completo, tanto los niños como las familias se enfrentan a grandes exigencias
en cuanto a terapias, cuidados y horarios.
El tratamiento puede incluir:
·
Quimioterapia (uso de
medicamentos para destruir las células cancerosas).
·
Radioterapia (uso de
radiaciones para destruir a las células cancerosas.
·
Cirugía (para extirpar las
células cancerosas o tumores).
En cada caso dependerá del tipo de
cáncer, el avance que tenga y la edad del niño.
Lo más
complicado del tratamiento es que los niños deben soportar procedimientos
dolorosos, tomar medicaciones, hacerse estudios, soportar restricciones a lo
que eran sus actividades cotidianas antes del diagnóstico y ver limitada su
vida infantil.
Es importante
que tanto la familia como los niños reciban un tratamiento integral, esto les
permite reconocer fortalezas, cambiar
roles, aceptar ayudas, aprender de otros que pasaron por la misma situación y
compartir intensamente el tiempo en familia.
En especial
necesitan apoyo de la comunidad, en nuestras manos está ser inclusivos, no
tener miedo a acercarnos o temor a impresionarnos, sino valorar que son niños
que necesitan jugar, ir a la escuela, distraerse como cualquier otro.
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